jueves, 4 de septiembre de 2008

UNIDAD III Actividad 13

3.6 Dimensión social del cuidado a la salud.

Por: Santos Blanco, F.


ACTIVIDAD 13 FECHA DE ENTREGA 05 DE SEPTIEMBRE 2008

Realiza un ensayo (con tus propias palabras) acerca de la dimensión social del cuidado de la salud.


Aunque la profesión enfermería es tan antigua como la vida misma, no es hasta partir de Florence Nightingale (1821-1910) cuando a esta empieza a denominársele «enfermería moderna», estableciendo las pautas de acción de lo que los enfermeros deben ser y hacer.

Cuando Florence Nightingale inicia el proceso de profesionalización lo hace partiendo del supuesto de que existe un aspecto en la atención de salud que es propio de la acción de la enfermería, que es el CUIDADO. Los cuidados de enfermería constituyen el objeto de la enfermería (1).

Pero, ¿cómo ha evolucionado el cuidado enfermero a través de la historia?


EL CUIDAR COMO SABIDURÍA SOCIAL

La historia natural de la evolución de la enfermería retoma el concepto del cuidar humano, desde la propia esencia de la necesidad de la persona de procurar sus cuidados para la salud y la vida propia y la de los suyos.

Este bien del ser humano, que es saberse cuidar y mantener la vida y la supervivencia, surge del propio entorno de la vida del ser humano en cada una de sus etapas de desarrollo y en cada circunstancia de salud y de vida, como una realidad a lo largo de toda la historia del hombre y de la humanidad.

De la naturaleza del cuidar humano surge el contexto teórico del conocimiento enfermero como ciencia propia. La enfermera cuida de las personas donde viven, ayudándoles, enseñándoles o sustituyéndolas en el cuidado de sí mismas cuando no tienen el conocimiento, la voluntad o la fuerza necesarias y requieren cuidado profesional.


EL CUIDAR COMO TECNOLOGÍA

La evolución más reciente a lo largo del siglo que acaba de terminar, con la expansión y el avance de la investigación tecnológica en el cuidado médico y de la salud incorpora el concepto del cuidado tecnológico que se diferencia por su complejidad técnica y que sin perder su razón humana, incorpora la tecnología del cuidado en el saber enfermero.
Se estructuran los cuidados en instituciones cerradas en donde se concentra la alta tecnología. Es el inicio hacia la profesionalización de la enfermería como grupo organizado que, junto con la expansión de los grandes hospitales, regula la formación de los Ayudantes Técnicos Sanitarios (A.T.S.).

En esta época adquiere relevancia el cuidado técnico como valor dominante en la sociedad de la época, quedando relegado a un segundo plano el factor humano del cuidado a las personas. Se acentúan las funciones delegadas en detrimento de la esfera propia de la profesión: los CUIDADOS.

La profesión de enfermería siguió así su trayectoria en el sentido de:

1. Considerar al ser humano como un ser BIOPSICOSOCIAL.

2. Definir un nuevo concepto de SALUD diferenciado claramente de la ENFERMEDAD.

3. Unificar tanto los aspectos formativos como los nombres de los profesionales que se dedicaban a prestar cuidados, proponiendo el de «ENFERMERÍA».


EL CUIDAR COMO MÉTODO

Siguiendo este proceso histórico surge una demanda de formación incorporada en la Universidad, que prime el desarrollo de procedimientos del cuidado enfermero y una manera de hacer sistemática y con método, para dar respuesta a las necesidades humanas en el cuidado de la salud.

Surge entonces en el contexto internacional, el proceso de atención de enfermería (P.A.E.) y los diagnósticos de enfermería (DdE) como forma de respuesta a esta inquietud profesional. El P.A.E. y los DdE nos proporcionan el lenguaje para definir la Enfermería a través de lo que sabemos, no de lo que hacemos, como una ciencia, no como una técnica.


EL CUIDAR COMO CONOCIMIENTO

Desde la mitad del pasado siglo en donde aparecen las primeras aportaciones a los modelos conceptuales de enfermería, en un intento de aproximación al campo de una ciencia emergente, se centra el conocimiento enfermero en el estudio del cuidar.
La demanda esencial se centra en la necesidad de la investigación para el desarrollo del conocimiento enfermero y su aplicación en la práctica de la enfermería. Surge la necesidad de desarrollo académico para acceder a la licenciatura y el doctorado.
Esta realidad se da en las Universidades de países como los Estados Unidos y Canadá, Reino Unido, Finlandia, Suecia, Portugal, Holanda y Grecia.

La enfermería en México deberá buscar el crecimiento académico para responder a su necesidad de investigar en el cuerpo disciplinar, pero no puede romper con su pasado, no puede renunciar a sus raíces en la acción esencial del cuidar humano, en la complejidad técnica del cuidado derivado del desarrollo tecnológico y en la acción científica que lleva implícitos los cuidados en la construcción disciplinar (2).

Pero para que el cambio, el gran cambio de la enfermería sea completo y eficaz, la orientación de la formación debe tener continuidad en la realidad asistencial y además la sociedad tiene que conocer, para poder demandar, cuál es la aportación de la enfermería al sistema de salud, además de que le ponga bien la inyección, le coloque perfectamente la sonda y le cure la herida con la mayor destreza (3).

El hecho es que ya en el siglo XXI, la profesión de enfermería continuamos manifestando nuestro malestar por no sentirnos reconocidos, cuestionándose nuestra identidad. No debemos mantener por más tiempo la dicotomía que hoy existe en la profesión: «somos técnicos o somos cuidadores», «técnicas sí, técnicas no». Por supuesto que esta faceta de los cuidados hay que hacerla, y hacerla bien, pero ¿exclusivamente? ¿prioritariamente? ¿o además de otros cuidados que vamos delegando en otro personal y que son de nuestra responsabilidad exclusiva y que la sociedad espera que se le den cuando los necesitan?

La respuesta que nos demos a estas cuestiones es esencial porque de ella depende el tipo profesional y el tipo de servicio que la profesión oferta a la sociedad.

Rosa M.ª Alberdi ya en el año 1988 escribió un excelente artículo sobre «las concepciones de la enfermería», en el que decía que existían al menos tres concepciones distintas dentro de la enfermería, tres visiones diferentes de cuál es el núcleo de nuestro quehacer diario y el objetivo de nuestra aportación al cuidado de la salud:

· Enfermeros cuidadores

· Enfermeros tecnológicos

· Enfermeros A.T.S. (4).

Y yo les pregunto: esta visión tripartita de la enfermería ¿se ha superado por los profesionales o seguimos estando cada uno en una trinchera diferente? Que cada uno reflexione y se responda a sí mismo sobre cuáles son sus deseos y planteamientos profesionales en su realidad habitual, pero yo creo que «SER O NO SER» ya no es la cuestión enfermera. Creo que el momento actual hemos avanzado bastante en la clarificación del «SER» enfermería y sobre todo en asumir el bien intrínseco de la profesión, los «CUIDADOS», y los vamos introduciendo en nuestra realidad asistencial.
Collière afirma que: cuidar ha sido considerado como banal y accesorio ante la emergencia de la medicina científica o se confunde con la aplicación de los tratamientos a los que ha sido asimilado, como auxiliar del médico. El arte de cuidar no nació de la enfermedad sino como la necesidad de asegurar la continuidad de la vida.

El objetivo de los cuidados no es la enfermedad, sino todo lo que ayuda a vivir. Los tratamientos enfocados hacia la enfermedad, no pueden sustituir a los cuidados, curar no puede reemplazar a cuidar (5).

Dentro de cualquier sistema de cuidados de salud «La necesidad básica de un paciente enfermo es la necesidad de unos cuidados personalizados». Nadie pone en duda que tales cuidados corresponden principalmente al rol del enfermero y nadie mantendría que este rol es algo nuevo. La enfermería ha evolucionado como respuesta a una necesidad, la necesidad del cuidado de los enfermos.

Si queremos humanizar la asistencia enfermera en medio de un entorno médico altamente tecnificado, es preciso dominar la tecnología. También debemos considerarle no como el recurso más eficaz en materia de curación, dignidad del paciente y estado de salud (6).

Llegados a este punto me pregunto: ¿qué tipo de enfermería realizamos los enfermeros que tenemos nuestro campo de acción en la oftalmología? Sinceramente creo que estamos mucho más cerca de las enfermeras tecnológicas que de las cuidadoras pero con una salvedad, complico más la taxonomía de Alberdi y me van a permitir la licencia de plantear que queremos ser enfermeros «TECNOCUIDADORES», es decir, enfermeros que aunque trabajamos en un entorno profundamente tecnológico, cada vez tenemos más claro que sin los cuidados de enfermería que prestamos a los pacientes diariamente, nuestro trabajo no es completo. Necesitamos además de dominar la tecnología que utilizamos, dar una prestación diferenciada que a la vez nos identifique.

Si realizamos un somero análisis en los hospitales y centros de salud sobre los instrumentos y las técnicas que empleamos en la provisión de cuidados y de los recursos que nunca aprovechamos, tendremos una imagen clara de la clase de cuidado que prestamos, con predominio de los cuidados curativos, pero... ¿cuáles son las tecnologías utilizadas por la enfermería?

¿Tiene la profesión de enfermería unos instrumentos y unas técnicas, tecnologías propias y singulares?

A) -El cuerpo, el primer instrumento del cuidado

El cuerpo sigue siendo el instrumento principal de la enfermería, en el sentido de que es el vehículo del cuidado.

El TACTO es uno de los sentidos más importantes en la prestación del cuidado, las manos.

Nuestro sentido del OIDO transmite los mensajes y es el vehículo para escuchar. La VISTA sitúa a las personas en su entorno, descubre caras, descifra los mensajes enviados por el cuerpo, si está doblado, contorsionado, nervioso, angustiado, inmóvil, expresivo, relajado...

La impersonalización del cuerpo conduce a su vez a un cuidado despersonalizado.


B) -Tecnologías para el mantenimiento de la vida

Son las tecnologías que compensan los aspectos funcionales, son todos aquellos instrumentos que proporcionan una autonomía parcial o total a los pacientes, que mejoran su vida diaria.


C) Tecnologías para la curación

Varían desde los instrumentos más sencillos hasta las máquinas más complejas. Los cuidados de enfermería se enfrentan a una multiplicidad y a una magnificación de las tecnologías de la curación a precio de otras tecnologías.


D) Tecnologías de la información

En el proceso de prestar cuidados, las enfermeras emplean también unas técnicas de transmisión de información, concretamente el PROCESO DE ATENCIÓN DE ENFERMERÍA (P.A.E.). Los conocimientos utilizados por una profesión deben constituir su patrimonio y deben engendrar otros conocimientos y servir como fundamentos para toda evolución profesional.
Este patrimonio sólo se podrá constituir si existe un trabajo escrito que sirva como garantía, como referencia y como impulso para la evolución. Sin trabajo escrito no hay continuidad, ni tampoco desarrollo ni creatividad.

Con esto, la cuestión a plantearnos es:

¿Utilizamos todas las tecnologías para el cuidado de enfermería o sólo algunas de ellas?

¿Estamos sobrevalorando la tecnología de la curación en detrimento del resto?

¿Estamos promocionando la enfermería por su maestría con unos instrumentos y unas técnicas cada vez más complejas, imitando a otros profesionales, intentando de este modo conseguir más prestigio y más reconocimiento social?

Esta aceptación de la tecnología (en el hospital fundamentalmente) ha ocurrido sin ningún análisis de su contribución a los cuidados de enfermería, como respuesta a las necesidades de unos individuos.

Ha ocurrido bajo la influencia de las orientaciones médicas y distintos modelos económicos. Porque ¿Qué clase de cuidados son valorados en términos económicos? ¿Cuál es el valor de mercado de los cuidados?, podríamos distinguir:

1. Cuidado al que se atribuye un alto valor de mercado, es decir, el cuidado que requiere un alto nivel de especialización y una tecnología avanzada para el diagnóstico de la enfermedad o para su tratamiento. El elevado coste de este cuidado es el resultado de la complejidad de la tecnología y el valor atribuido a la alta especialización.

2. Cuidado que requiere poco tiempo relacionado con habilidades básicas, que puede ser multiplicado con facilidad, por ejemplo inyecciones, vendajes, curas y algunos aspectos de higiene básica.

3. Cuidado relacionado con necesidades básicas, los cuidados habituales y diarios para mantener la vida, unos cuidados que uno ya no puede realizar por su cuenta si pierde su autonomía.

Este cuidado estaría en el ranking más bajo del mercado y se considera un tipo de cuidado de menor importancia, que no requiere ninguna competencia en particular.

Aunque se suele menospreciar, resultaría sorprendente si se pudiera calcular el coste de las innumerables estancias en el hospital que se deben a una falta o insuficiencia de cuidados en el hogar. Este cuidado tan básico y tan indispensable, requiere muchos más conocimientos de lo que parece a simple vista.

¿Cómo afecta a la sociedad los cuidados de enfermería? ¿Cuál es la dimensión social de los cuidados de enfermería?

El cuidado de enfermería sólo tiene significado si comprendemos que tiene lugar dentro de un contexto social que lo afecta y que, al mismo tiempo, lo condiciona.

La tecnología es la base de las imágenes profesionales. La evolución del rol de enfermería y el modo social relacionado con éste se pueden determinar por medio de tales imágenes: la enfermera y el bacín, la enfermera y el termómetro, la enfermera y la jeringuilla, la enfermera y la unidad de cuidados intensivos... (7).

La enfermera es un recurso social que presta un servicio profesional a través del sistema de salud y como tal, deberá dar respuesta a los requerimientos de las demandas sociales. La enfermera deberá ser sensible a resultados medidos en términos de calidad científico-técnica y humana (8).

Pero ¿qué imagen queremos vender? ¿cómo queremos cuidar?

La sociedad mexicana no conoce exactamente cuál es el rol a desempeñar por los enfermeros dentro del hospital y mucho menos en los centros de atención primaria. Esto lo dice V. Martinez Miras en un trabajo titulado «¿Cómo valora la sociedad el rol enfermero?» Desarrollado en las II Jornadas Científicas de Enfermería de Almería 2000.


Las imágenes anteriores denotan la dificultad que tenemos la enfermería para dar a conocer otros aspectos importantes de nuestro trabajo que hagan cambiar esa dimensión social que todavía tenemos, necesitamos marketing profesional.

La enfermería tenemos que hacernos imprescindibles** para la sociedad, tenemos que mentalizarnos para introducir cambios en nuestras competencias profesionales, dar cuidados integrales.

Si no es así el futuro se presenta incierto ya que otros profesionales ocuparán ese espacio.


Para finalizar, utilizo una expresión que siempre me ha resultado muy clarificadora Si no sabes a donde vas, lo más probable es que te encuentres en otro sitio.


Vamos entre todos a decidir cuál es el camino más correcto para nosotros como profesionales y a la vez para esta profesión que es la enfermería.



BILIOGRAFÍA
1. Nightingale F. Notas sobre Enfermería. Qué es y que no es. Barcelona. Salvat Editores 1980.

2. Durán Escribano M. Historia del cuidar enfermero. ROL de Enfermería 2000; 23(5): 376-379.

3. Santo Tomás M. Ser Enfermera hoy. ROL de Enfermería 2001.24(5). 385

4. Alberdi Castell RM. Sobre las concepciones de la Enfermería. ROL de Enfermería n.º 115. Marzo 1988; 25-30.

5. Collière MF. Encontrar el sentido original de los cuidados enfermeros. ROL de Enfermería 1999; 22(1): 27-31.

6. Benner P. Práctica progresiva en Enfermería. Barcelona. Ed Grijalbo 1987; 243.

7. Collière MF. Encontrar el sentido original de los cuidados enfermeros. ROL de Enfermería 1999; 22(1): 27-31.

8. Durán Escribano M. Los porqués de la licenciatura en Enfermería. ROL de Enfermería 2000; 23 (1): 8-9.


Fuente: Actas de la Sociedad de Enfermería Oftalmológica.

Volumen 1 Enero-Diciembre 2004 www.laenfermerahoy.com.ar - Mar del Plata

No hay comentarios: